sábado, noviembre 25, 2006

Salibaciones perrunas.

En plena pubertad cuando las vibraciónes del motor me hacían entrar en erección en el autobús me ponía a pensar en David Robinson. A mi la imagen de este jugador de baloncesto de la NBA me parecía la de un ser perfecto y aséptico que hacía despistar mis pensamientos sobre hembras hasta conseguir aplacar mi líbido.
Nada sabía entonces de los perros de Paulov o de como un estímulo neutro (en este caso David Robinson) al asociarse a un estímulo no condicionado (mi erección) desarrollaba un tercer estímulo condicionado a base de tiempo y repeticiones hasta conseguir que, sin ningún atisbo de homosexualidad manifiesto, empalme de forma notable cada vez que veo a un negro alto en pantalón corto por la calle.

jueves, noviembre 23, 2006

Amor imposivle.

El escritor se enamoró locamente del personaje femenino protagonista de su última novela. Sin embargo, ella no creía en la existencia de un ser supremo Creador de todas las cosas. Así que al escritor no le quedó más remedio que convertirse a sí mismo en un personaje de ficción literaria que se topaba con ella en la página sesenta y cuatro.
Se cayeron bien y todo indicaba que lo suyo acabaría en una feliz historia de amor eterno. Pero ahí apareció el lector, siempre espectante y envidioso. Se convirtió en la conciencia suprema que guiaba el destino de la historia. Y aunque tuvo la oportunidad de parar de leer y dejarlos ser felices con tan solo alzar la vista en el preciso momento en que topara con el siguiente punto y aparte, como por ejemplo: ahora.
Tu curiosidad te hace seguir leyendo consiguiendo que sean infelices por siempre jamás.

jueves, noviembre 16, 2006

Como comportarse en los restaurantes. Clases de sociabilidad III

Ya en la mesa, la copa de agua es la de más a la izquierda y se habrá de procurar que nadie la rellene con argumentos como: agua, no gracias, ahí es donde follan los peces.
La siguiente copa será la de vino, esa copa debes tratarla como trataría un vaso de agua fresca alguien que llevara varias semanas vagando por el desierto.
Para diferenciar los cuchillos, en cambio, deberás visualizar sus posibles usos. El cuchilo con el que matarías a tu peor enemigo clavandoselo en un pulmón, ese es el de pescado. El de carne, por su parte, será más propio para descuartizar el cadaver sin vida de su conyugue el amante despechado.
Cuando sirvan el vino deberás primero oler su bouqué, luego probarás un poco, lo glopearás un poco en tu mejilla derecha, harás gárgaras y lo escupirás a modo de geiser hacia el cielo provocando una finisima lluvia de vino que hará las delicias de las damas más selectas.
El somelier es tu mejor amigo, como tal, debe entrever que su capacidad psicomotriz está en peligro o, lo que es lo mismo, que serías capaz de partirle las piernas con un bate si llegás a ver el fondo de tu vaso de vino.
Si, a pesar de todo, alguien recriminara tu azaroso uso ambidiestro en la utilización de copas y cubiertos, alegarás de immediato traumatismo encefálico grave mientras sacas rápidamente un babero colocandotelo en el cuello al grito de ¡¡Potito, nene quiede potito!!
Come siempre con una bolsa de vomitar de las de cartón que hay en los aviones sobre la mesa.
Ten en cuenta que el verdadero refinamiento implica no ser facilmente alterable. Asi, por ejemplo, cuando se encuentra un pelo en la sopa en un restaurante, no hay que pedir a gritos el libro de reclamaciones, se debe proceder con calma y clonar a la persona responsable a partir del ADN contenido en el propio pelo. Luego, se lo nutre durante varios años en algun zulo justo hasta que crece lo suficiente como para reconocer al culpable. Entonces, se asesina al culpable y se pone al clon suplantando a la victima para que no se note.
Por el contrario, si lo que sucede es que la sopa se ha servido fría se debera calar fuego al restaurante. Este acto, sin embargo, se situaría más en la dinámica de los arrebatos fogosos que no en terminos de venganza o protocolo gastronómico, pero que, en todo caso, ayudaría de alguna forma simbólica a resolver el problema de la sopa fria.
Si se sirve pollo o cualquier otra ave de corral deberás insertar el dedo por el orificio anal de dicho ovíparo excusandote en que estás leyendo sus entrañas.
Si la carne resulta estar demasiado cruda también deberás quemar el restaurante como sutil metáfora o queja que haga entender al maitre cuan vaga es la existencia humana y el porqué el olor a chamusquina reconforta al proletariado. En cambio, si la carne está demasiado hecha tendrás que hacerte un pequeño corte en un dedo y derramar algo de sangre sobre el plato.
Si crees que el pan que te han puesto es de ayer, quizá es que estés viviendo en el futuro por lo que prendele fuego al restaurante. Que las llamas purifiquen el continuum espacio-temporal y las cenizas sagradas sean esparcidas a merced del viento y hagan que todo vuelva a su cauce.
Hay que felicitar siempre al chef, sobretodo, si es el día de su cumpleaños. Si se persona en la mesa para daros las gracias, a modo de lección deberás hacerle entender que eres capaz de comer cualquier cosa. Esto lo puedes ejemplificar quitandote el zapato izquierdo y lamiendo la suela mientras emites un soniquete tal que mmmmmmhhh...que rico.
Jamás llames al camarero con el ruidito tsss!, más aun si crees que está incubando uno de esos resfriados que dan la capacidad casi mágica de conseguir escupitajos de color verde y tu has pedido de primero un consomé de verduras. Si en un descuido se te escapara algun tsss! haz ver que hay un perro debajo de la mesa y ve tirándole trocitos de pan regularmente mientras le dices cosas como ¡si que te gusta el pan! o ¡pareces una paloma!
Cuidado al abrir el champán ya que los accidentes con tapón de botella de champán son la principal causa de tuertismo en el mundo, además de existir indicios de sordidos chanchuyos que tienen que ver con los fabricantes textiles de parches de pirata.
Si el café está un poco amargo pide más azucar o, si eres de los que sospechan que la policía tiene pinchado tu teléfono, que te siguen por la calle y que los marcianos están conviviendo entre nosotros, pide que te hagan un lavado de estómago. Si crees que el maitre es un infiltrado pégale fuego al restaurante.
Si sospechas que alguien ha vertido drogas en tu comida, pagaselas.
Si se han pasado con la sal quema el restaurante. Si se te cae un tenedor al suelo, cuenta hasta cuatro, si nadie lo ha recogido que todo sea pasto de las llamas.
Si alguien (incluído tu) moja la punta de su corbata en tu salsa tartara procede a prenderle fuego al restaurante. Si alguien preguntara di que estás intentando famblear las cortinas.
Si la cuenta te parece excesiva pide el libro de reclamaciones y escribe una poesía de tinte melancólico en él. Luego, calale fuego al mantel mientras corres a esconder los extintores.
En el caso de que algun contertulio fastidioso alargue en demasia la sobremesa descuencale los ojos con la cucharita del té, envialos por correo certificado a la asociación de árbitros.
Si crees que tienes posibilidades con la camarera arrancate un botón de la camisa y dejaselo de propina haciendo alguna simpática observación como inviertelo en borsa o para que te compres un yate.
Tratandose de una cena romántica pide velitas para dos aconsejandole en todo caso al encargado que vaya poniendo al día su póliza de seguros contra incendios.

miércoles, noviembre 08, 2006

La letra pequeña.

Oferta Telefónica:

- Llamadas gratis*
- Sin cuota de alta**
- Sin cuota de mantenimiento de linea ***********



*pagandolas
** pero con cuota de baja (doble) y, en realidad, tambien con cuota de alta
*********** Quedan donadas todas sus visceras a una red de tráfico de organos humanos. Sus bienes y pertenencias más preciados pasan a formar parte del catálogo de una subasta pública, su dignidad queda derogada, su testamento impugnado y se le confina a ser enterrado (las sobras no aprovechables de su cadaver) en una tumba sin inscripción en la lápida. El papel donde figura su última voluntad, así como su partida de nacimiento pasarán a ser reciclados para elaborar con ellos rollos de papel higiénico. Su ropa será incinerada en un lugar público para escarnio de la plebe.Así mismo, pasa a formar parte de immediato de la lista de morosos, de la de sospechosos de ser pertenecientes a banda armada, de la de rumorología sobre su presunta homosexualidad, a las listas de peor vestidos y de feos del año y también a la de supuestos maltratadores de animales en vias de extinción como los adorables koalas.Queda usted automáticamente excomulgado, se le retira la licencia de conducir y será obligado a tatuarse una inscripción en la frente con la palabra bobo. Será usted vilipendiado de mala manera con la ayuda de una paleta matamoscas. Se le desaucia del planeta Tierra y se le quita la patria potestad de su propiedad intelectual (en caso de poseerla), también le quedara drásticamente restrinido el uso de la palabra y se le conmina, a partir de ahora, a respirar con cautela.

domingo, noviembre 05, 2006

Postal desde ningún lugar.

El éxito de las postales es que combinan imagenes y palabras, con suerte, a veces, fotografía y literatura. Que tienen doble anverso y carecen de reversos. Por supuesto, que viajan desnudas de envoltorio y que suelen venderse en artefactos giratorios que puedes hacer rodar entre chirridos.
Las postales se mandan desde lejos del hogar ahí donde se siente más dulce, en medio de la nostalgia de un viaje y con la esperanza del rencuentro, porque las postales se mandan a seres queridos y no las remite un banco o una escuela de idiomas. Jamás revelan secretos, ni tramas ocultas, sobretodo, porque se sabe que de noche las lee el cartero a la luz de una vela, voyeur y chismoso, como espía el fotógrafo la vida de los demás cuando revela sus fotos, igual que escudriña el escritor a la gente en los bares.

Besos, Ramon.

jueves, noviembre 02, 2006

Enmienda al Articulo 36.

Segun lo estipulado en el nuevo Articulo 36 del codigo legislativo referido a constantes físicas y a materia de permanencia de factores de atracción terrestre, se constata que: de ahora en adelante y a efectos retrogrados y anterogrados queda derogada La Ley de la Gravedad.
Así mismo dejarán de aplicarse sus 9,8 m/s de aceleración en caídas en picado a precipicios sin fondo, tal como su obsoleto sistema de imantación al suelo de los pies de cualquier persona física que obrara en dicho medio con lo que, a partir de ahora, se permitirá flotar libremente por el aire a merced del viento como una pluma de gorrión o un beso lanzado con la mano en el anden de la estación de trenes.
Se recomienda, no obstante, el uso de zapatos de buzo durante un periodo de adaptación a la nueva legislatura, aunque haya quien des del primer día levitará por doquier copando las cimas de las montañas más altas, alcanzando la luna con las yemas de sus dedos, perdiendose en el cosmos por siempre jamás.