sábado, agosto 14, 2010

Busco habitación espaciosa con vistas a un convento de monjas.

Busco habitación espaciosa con vistas a un convento de monjas. Con W.C. con cisterna de gran capacidad cúbica pues ahí es donde suelo esconder la pistola y el alijo de drogas. El bidet también me es necesario, por su frecuente uso por parte de prostitutas. La cocina sería conveniente que estuviera equipada con vitrocerámica, pues llevo ya tres intentos de suicidio por parte de compañeros de piso con cocinas de gas. Me interesaría también, aunque no es requisito si ne qua non, que se pudieran enterrar cadaveres debajo del parquet y/o que el piso contara con un zulo insonorizado para secuestros.
En cuanto al mobiliario, tengo aracnofobia y no puedo estar en una habitación donde haya una lampara de araña. En cambio, es curioso, no tengo ningún problema con las escaleras de caracol. Me pirran los chess-long, aunque no se lo que es. También estoy a favor de la moqueta, pues mi animal preferido es el ácaro, además de que va muy bien a la hora de enrollar cuerpos inertes que han sufrido un terrible golpe en el cogote con un candelabro. Preferiría que no hubiera cortinas de tul, pues todavía estoy en tratamiento por unos pequeños problemillas por tendencias piromanas. En cuanto al delicado tema de la escobilla del váter, estoy a favor de su uso compartido, pero no al unisono.
La ubicación del edificio me gustaría que fuera preferiblemente sobre un cementerio indio. También pido que no esté a más de 10 minutos andando del centro, a menos de 7 minutos al trote de un bingo, que no superé los 4,30 minutos al sprint de un club de strepteasse y que no esté tampoco a más de 15 minutos andando arrastrando un saco con un cadáver descuartizado del vertedero municipal. Mi orden de alejamiento sobre un escolanet me impide también acercarme a menos de 200 metros de la Sagrada Familia.
En cuanto a los demás habitantes de la casa no estoy dispuesto a compartir piso con notarios, jueces de paz, estudiantes de otorrinolaringología, ni tampoco con apicultores que suelan traerse trabajo a casa.
En cuanto a la forma de pago suelo ejecutarlo en cheques al portador firmados por un tal Dr. Moscovitch, en pagarés o en billetes del monopoly al peso (antes era poseedor de una fabrica de juegos de mesa y al quebrar me quedé con varios palets de billetes de monopoly). Además, suelo pagar bien entrado el mes y ronroneando por lo vaginis.

P.D.: Ronco.

lunes, agosto 02, 2010

A la atención del Sr. Juez.

Posibilidades del suicidio: pros y contras. Como que no tendras que volver a enfrentarte a otro día de mierda como todos los demás en los contra. Y que no podrás volver a ver más a amigos, familiares y allegados esto no se sabe si va para los pros o para los contras. También se valora a la reciproca como estímulo para los (posibles e hipotéticos) intentos de impedimento por parte de los susodichos o fomentará, en cambio, un alentamiento (in-)disimulado. Si es lo que tu quieres. Si tanto te empeñas. Te devuelvo la soga que me dejaste aquel ¿de que soga me hablas? Ahí te la dejo, con un cabo atadito a la biga del techo. Pero si yo nunca te he dejado ninguna soga. Le hago nudo en forma de argolla. Es más, jamás he tenido una soga en propiedad. Te acerco debajo la mesita y te dejo un sobre en plica en el que he escrito unas cosas a maquina a la atención del sr. juez y me pongo en posición de caballito por si te quieres aupar y pasarte el nudo de la cuerda por el cuello a nivel de la región cervical posterior.
También se pueden dar espoleamientos tales como encontrarte corrillos vecindales cada vez que te asomas al balcón a tomar el fresco o contemplar las estrellas coreando el ¡que lo haga, que lo haga! Todas estás incitaciones y otras como recibir por su cumpleaños regalos como espadas samurais y un libro de instrucciones para el harakiri "haga ud su propio harakiri en casa en menos de cinco minutos" "técnicas del harakiri y como no confundirlo con el yubitsume o con el daikiri de fresa".
y, sin embargo, una vez decidido a suicidarse una de las formas más elegantes de hacerlo es mediante la ingestión de un coctail de arsenico o bromuro. Evitese la cicuta por tratarse de un veneno altamente pedante que implica una muerte filosófica solo apta para posicionamientos vitales inquebrantables. Me suicido por que no soporte este mundo de desigualdades en que los niños del tercer mundo se mueren de hambre mientras los paises desarrollados consumen suficiente alimento como para nutrir a cinco veces la población del planeta cuando en realidad te suicidas por la vecina del quinto no te da bola. Y para esto la cicuta no. Casi mejor te tragas un cubata de lejía on the rocks.
Otra forma interesante de suicidio es el suicidio colectivo. En este la dificultad radíca en la compenetración exacta para la ejecución del óbito porque sinó se puede llegar al delicado momento de elegir quien es el primero que se suicida con el consabido riesgo de que luego los demás se hechen atrás o no sean más que vecinos, familiares, amigos o allegados disfrazados que se han confabulado para proporcionarte un etorno favorable a tus anhelos suicidas (ver alentamientos, incitaciones y espoleamientos).
Por eso mismo, ya se practique solo o en acompañamiento el suicida siempre tiene que estar conbencido de ejecutar su plan hasta el final, nada más feo que las famosas llamadas de atención en las que suicidas frustrados no perecen en sus fallidas muertes por sospechosos equivocos como la dosis de los barbitúricos. Es que solo quedaba un culito. ¡compra un frasco o no hagas el ridículo! Quien iba a decir que había huelga de maquinistas justo el día en que me tiro a las vías del metro, me he roto un tobillo! Para saltar a las vias del tren consulta los horarios, si te decides por la sobredosis fijate que en la etiqueta no ponga pastillas juanola, si eres budista por si al instante te reencarnas en un piojo de tu propia cabeza ten a mano una botella de filbit, si te tiras de un septimo piso mira que debajo no haya uno de esos toldos en los que puedas revotar o haya aparcado justo en esa misma acera un camión de colchonetas o de reparto de lasañas. Las varias capas de la lasaña son una de las causas más frecuentes de suicidios frustrados.
Otra cosa importante a la hora de quitarse la vida es la notita de suicidio. Ahí permanecerán tus últimas palabras y de ellas depende que no quedes como un inculto (esto es de una importancia capital: ojo, con las faltas de ortografía) o que se te recuerde para toda la eternidad como un idiota. He decidido matarme porque mi equipo de futbol ha perdido la final, ah, espera, empate en el minuto noventa, ay, quien lo iba a decir, y gooooool de la victoria in extremis en el descuento, remontada inesperada, pero es demasiado tarde, ya me suicido, noooo ahora ya no quería pero ya no puedo paraaar y me recordarán para siempre como un idiooooota!!! firmado: yo, a la atención del Sr. Juez.