lunes, noviembre 17, 2008

Técnicas de rejuvenecimiento o instrucciones para la immortalidad.

El ser humano ha intentado detener el envejecimiento basicamente a través del tacto. Y si bien es cierto que ciertas cremas antiarrugas mitigan los efectos de la edad a través de productos químicos dispares, también lo es que, a pesar de que la muerte se nos cuela en el organismo a través de los poros de dentro hacia afuera con su consiguiente oxidación, la via epidérmica no es la única via de escape de la juventud.

Los médicos aconsejan caminar entre media y un hora al día para mantener la salud. Sin embargo, caminar hacia delante es una vil metáfora de nuestro trágico destino. Por tanto, será recomndable en todo caso caminar al revés. Con los talones por delante y girando un poco el cuello para no tropezar. Así nuestro cerebro es engañado y el inconsciente interpreta que estamos desandando el camino hecho por lo que se deberían liberar substancias endógenas de carácter rejuvenecedor. Este efecto también se podrá conseguir leyendo el periodico de atrás hacia adelante o esforzandote en intentar desorganizar el cubo de Rubick.
También es conveniente hablar al revés. Esto puede lograrse en un primer momento nombrando las sílabas al revés. Véser al baslasí las dobranam. Acción factible de ejecutar en principio por cualquier neófito. Para más adelante, con la práctica, conseguir llegar a expresarse diciendo todas las letras en sentido contrario. Oriartoc oditnes ne sartel sal sadot odneicid.

Todo esto hará que el metabolismo de su cuerpo se confunda y que el proceso de envejecer y morir se detenga y, si se hace bien hecho, pueda llegar a involucionar. Porqué la muerte es un mecanismo transmitido por herencia cultural que se aprende de generación en generación y el organismo lo somatiza. Pero nuestros cuerpos también están preparados para lo contrario para afrontar el fenómeno del Big-Crunch donde el espacio tiempo vuelve hacia atrás. Ahí la osmosis del ser humano, debido a la inversión del flujo temporal, deberá deshacer todo lo hecho, desandar todo lo recorrido, desaprender todo lo sabido y desenvejecer. Es por ello que si se consigue que el organismo crea estar en la realidad metafísica del Big-Crunch, este será propenso al rejuvenecimiento.

Aspirar fuertemente el vaho que desprende la gente joven. Y, por contra, procurar no respirar en frecuencia de ancianos ya que la muerte, aunque jamás se haya demostrado científicamente, también puede contagiarse por vía oftamológica.

De todos es sabido, los enormes beneficios regenerativos del semen sobre el cutis. Esta facultad reparadora dermatológicamente testada por la comunidad científica puede ser potenciada exponencialmente por la engullición del esperma vái oral.

Hay una flor, nadie sabe cual, que tiene la singularidad de exalar un perfume que al ser inhalado por las personas consigue que estás recobren facultades perdidas con la edad. El olor de la flor, sin embargo, resulta repelente y nauseabundo para el ser humano, tampoco su morfología estética es de gran belleza. Se semeja más a un hierbajo que a una flor. Y es por todo ello que esta flor, de la que solo tenemos la referencia escrita en un viejo almanaque de botánica, bien pudiera ser que se hubiera extinguido o, incluso, que jamás hubiera existido. Pero quien pudiera tener un pequeño jardín con estas flores sería joven por siempre y no moriría jamás.

Por lo que respecta a los alimentos que afectan al envejecimiento se ha demostrado en grandes experimentos nutricionales la existencia de muchos que lo relentizan. Alimentos considerados sanos por la sabiduría popular y que generalmente son poseedores de un gran sabor que los hace aceedores por sí mismos de buena fama entre los gourmets. Y, sin embargo, estos mismos estudios científicos arrojaron a la luz un fenómeno inesperado que estipulaba que el bróquil tenía enormes facultades estimulativas de la regeneración orgánica. Pero dichas conclusiones no tardaron a achacarse a un error en la metología empleda y fueron refutadas y tapadas quien sabe con que finalidad. Lo cierto es que jamás se consiguió repetir aquel experimento en las mismas condiciones debido a las nuevas y más rígidas normativas que impiden la exposición de los sujetos experimentales a experiencias traumáticas que puedan conllevarles efectos secundarios nocivos. Cabe resaltar, no obstante, que en dicho experimento se tomó constancia de que un grupo de individuos alimentados preminentemente con bróquil reflejó en los tests y pruebas encontrarse sensiblemente menos envejecido al cabo de los meses que cualquier otro grupo alimentado con otros vegetales, que un grupo base alimentado con una dieta estandart y un grupo placebo al que se le decía que se le alimentaba con bróquil pero al que, en realidad, le estaban suministrando colifló.

Ni decir cabe que la música que escuchamos también afecta la longevidad de nuestro organismo pues la muerte nos invade por los cinco sentidos. Así es como melodías con acordes menos espaciados en el tiempo lograran efectos en nuestro reloj interno de adelantamiento. Dichos ritmos acelerados se comparan con la sístole y la diástole de nuestro corazón y serán interpretados como una aceleración del tic-tac del mundo. Otras sinfonías de carácter más relajado logarrán por su parte el efecto inverso y podrá uno sumergirse en el lago de los cisnes sin que transcurra apenas ningún tiempo des del punto de vista ontológico/gerontológico y volver así a emerger a la superficie intacto e ileso de las magulladuras del instante.

También se pueden relentizar los efectos del paso del tiempo internandose en la lectura de libros donde se desarrollan vidas ajenas. La cronocidad de los personajes ficticios o reales de carácter literario absorverá una parte del tiempo empleado en su lectura. O sea, que la energía temporal se consumirá a medias entre el lector y el personaje. Eso es posible por el desgaste temporal invertido por el escritor que provoca una especie de agujero de gusano que une el presente del lector donde está leyendo esto ahora, hasta el momento justo en el que el escritor lo redactó, lo está redactando, lo redacto, hola que tal?
Y es así como debido a fuerzas gravitacionales del continuum espacio temporal se consiguen aflorar particulas atemporales (antisegundos, antiminutos, etc...) que neutralizan sus pares correspondientes. Debido a eso, cuando el lector emergerá de su lectura y consultará el reloj, tendrá la sensación de que el tiempo ha pasado muy deprisa.

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