lunes, abril 16, 2012

Muriéndonos de a poco.

Voy a morir, lo se ¿tu lo sabes? Que un día las cuencas de tus ojos albergarán gusanos dándose el festín del manjar de tus pupilas, que quizás morarás debajo de la tierra dentro de un ataúd de madera, quien sabe, si tu muerte será plácida en la cama o violenta por accidente de tráfico o bomba nuclear, da igual, lo único seguro es que has de estar muerto algún día, tal vez muy pronto o quizá dentro de mucho tiempo pero en cualquier caso cada vez más cerca a cada segundo que pasa, que importa, si la muerte y tu seréis una única cosa hierática e inexistente que apena a los seres queridos y a ti ni te afecta porqué ni te das cuenta de que estás muerto, de que has muerto, que más da, si ni tan siquiera ya no sientes nada si es que algún día llegaste a sentir alguna cosa, parece, que ni padeces ni te alegras y tampoco eres capaz de pensar porqué tu cerebro ya no va y ya no eres nada, que importa, ni tan solo ese vacío que se expande a través de todo aquello que no alberga vida alguna y a lo que un día miraste con prepotencia y desdén creyéndote mejor por poder respirar, sentir, pensar, saber distinguir entre lo que es y no es que ahora te vence para volverte átomos que componen un ser muerto en esa apoteosis de la nada en que te has convertido, a no ser que siempre hubieras sido eso y nada haya cambiado aun, ni haya de cambiar jamás, ya ves.

martes, abril 10, 2012


Indicaciones.

- Siga todo recto durante dos manzanas, tuerza entonces hacia la derecha en la siguiente bocacalle, camine por esa acera hasta encontrar un edificio color rosa que hace chanflán, rodeelo y siga caminando hasta toparse con la calle mayor, resígala durante un trecho y ,finalmente, encontrará un semáforo en ambar, fíjese en la mujer que cruza por el paso cebra, mírela fijamente a los ojos y justo ahí, en el agujero negro de sus pupilas, puede hallar la entrada al infierno. Entre.

- Oiga, yo le he preguntado por la farmacia más cercana.

miércoles, abril 04, 2012

Donde habitan los muertos.

Los muertos están en sus múltiples dimensiones paralelas recorriendo sus vidas. No pueden oirte, ni tu a ellos. No se puede entrar en contacto de ningún modo y tan solo podeis sospecharos mutuamente.
Pero si conoces, porqué lo has vivido tu también, con precisión un instante de la vida de alguien y lo evocas a través del recuerdo estarás participando de alguna forma en ese momento que está sucediendo ahora mismo en algún inhóspito timpo. Cuando los muertos estaban vivos y decían sus frases y llevaban a cabo sus gestos como si fuera imposible que se fueran a morir jamás. Y tu también eras otra persona y estabas ahí en medio de las escenas cotidianas recorriendo el surco de tu existencia sin sospechar -aunque pudieras sospecharlo- que un día estarías aquí rememorandote y sabiendo una vez más que en alguna recondita región del multiverso -donde habitan los muertos- estás ahí ahora mismo escribiendo esto. O leyéndolo.