Ha empezado a usar una crema antiarrugas tan fuerte que a los pocos segundos reduce las marcas y lineas de expresión, al minuto tu piel recupera la tersura y la suavidad de la juventud, al cabo de cinco minutos se renueva tu vigor, tus ansias de vivir y tus sueños de adolescensia. Cuando ya pasa un cuarto de hora desde su aplicación te sientes rejuvenecido como un niño y al llegar a la hora gateas por el suelo, te defecas encima y hablas con gorgoteos.
Antes de que se acabe el día tan solo serás un espermatozoide.
3 comentarios:
Drástico!
Me gusta.
Je. Suicidio invertido.
para contrarestar los efectos de la crema hay que mirarse en un espejo envejecedor (o sea, en cualquier espejo)
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