sábado, enero 21, 2006

Tratado de nanología.

La única forma de distinguir feacientemente a un enanito de un niño es secuestrarlo y meterlo en un zulo por un periodo no menor a los tres años. Si en ese tiempo no ha crecido se trata de un enano, entonces te lo puedes quedar. Si consigues poseer los suficientes enanos como para construir una piramide de tamaño medio habrás alcanzado una sensación muy próxima a la felicidad.

2 comentarios:

erizo dijo...

Genial

Imposivle dijo...

graciñas