jueves, junio 16, 2011

Escribo.

Uno escribe para los demás. Yo, por ejemplo, escribo para los escritores muertos que ya no pueden leerme. Escribo para los analfabetos y para aquellos que queman libros en piras. Y escribo también a través de ese humo negro que asciende y se dispersa.
Yo escribo para los alienigenas que nunca llegarán a conocernos. Escribo para el ser humano del futuro que jamás llegará a sospechar que antes de su tiempo existió un mundo en el que se escribió. Escribo también para los primitivos y todos aquellos que vivieron en un momento de la historia en el que aún no se había inventado la escritura. Escribo para los niños que aún no han aprendido a leer. Y escribo para los ancianos que seniles ya lo han olvidado. Yo escribo para todos aquellos que no leen.
Y también escribo para el resto del mundo. Y, además, escribo para tí.
Pero, en realidad, -más que nada- escribo para mí. Para poder leerme.

No hay comentarios.: