lunes, junio 06, 2005

Pestañeos ante un Sol poniente.

Construyeron un palacio de voces en el que cabía un diplodocus, pero no un alfiler. A través de una arcada estilo mozarabe se llegaba a un lago de bilis o astrabilis en el que distintas dudas se ahogaban: el peso de las sombras, la muerte de las piedras �pesadillas de lombrices? Lord Mussol habitaba en medio del lago posado en un nenufar, vestía túnica blanca con botas de piel de cocodrilo (detalle este último que le hacía bastante impopular entre los anfibios de las cienagas adyacentes). Ël atendía con behemencia las preguntas que le hacían indomitos aventureros que a ese menester habían alcanzado a llegar al lugar, pero Lord Mussol siempre respondía a las preguntas con otra pregunta (medida que aumentaba más si cabe su impopularidad).
-�Maestro, es el cielo infinito?
- �Es acaso, pequeño saltamontes, la tierra finita? -Le decía y el diminuto saltamontes, abrumado, abandonaba a grandes saltos la presencia del viejo Mussol.

- Quisiera saber, Maesse �si es más fácil encontrar la felicidad si te empeñas en buscarla o por el contrario esta llega cuando menos te lo esperas?
- �En tanto no es esta pared donde te posas el paraiso eterno en un segundo, pequeña lagartija?

Lord Mussol mesaba sus blancas barbas y permanecía interperrito ante los enigmas de la vida en medio del lago de las dudas.
Hasta que un día se acerco a su vera un enclenque mozalbete de tez morena, ceño fruncido, vestido en arapos y portando un humilde zurrón de lana de oveja. Y mirando fijamente a los ojos del sabio Mussol le hizo la única pregunta que jamás supo contestar:
- Benerable anciano, osado sería preguntarle �si no es, tal vez, filoxera eso que se extiende sobre la hoja del nenufar?

Tragandoselo el agua del lago -no sabía nadar- el gran Lord Mussol supo en ese instante que hay algunas veces en que la sabiduría llega cuando menos te lo esperas.

5 comentarios:

Unknown dijo...

encantador.

yo le preguntaría al tal mussol si has publicado algo y si ser escritor es un oficio y si lo fuera si es el tuyo.
eso suponiendo que el maestro me admitiera más de una pregunta y le rescataron de la caída.

Imposivle dijo...

como diría lord mussol: ¿acaso es necesario publicar algo para ser escritor? y ¿no es mancillar la propia escritura recibir dinero por ella aunque sea en ingentes cantidades? y ¿No es infinitamente mejor ser escritor anónimo y humilde que no alcanzar la fama y la gloria con best sellers, contratos millonarios, invitaciones a tertulias literarias en la tele o a fiestas de la jet set en puerto banús?

Unknown dijo...

supongo, pero mejor que ser periodista o abogado...
prejuicios míos.

te agradezco la contestación.

Unknown dijo...

¿y cuantos litros de tetrabricks de vergüenza te costaría ganarte un litro de aceite a cambio de la primera parte de Conversaciones entre el mudo, el ciego y el sordo que está de espaldas? yo creo que ninguno.

Imposivle dijo...

está en internet con ese título.
pero te aviso que soy un excelente somelier de aceites.