jueves, junio 02, 2005

Y aun a pesar de ese pequeño detalle, hiperglucemia.

Se que aun no te conozco
y a pesar que eres la remitente de mis cartas de amor
que eres la heredera de mi último granito de arena
y has enviudado un corazón
que aunque jamás me haya cruzado contigo en un paso cebra
eres la objeto directo de los predicados de este humilde sujeto
y hablan de ti todas las canciones del mundo
y eres la madre de mis hijos
la dueña de la mano que arregla la solapa del cuello torcido de mi camisa
que tu cara coincide con el retrato robot de mi mujer ideal
que eres la princesa de todos los cuentos de sapos
y quizá aun ni has nacido
y ya eres la modelo del álbum de fotos perdido en la buhardilla de los viejos recuerdos
porque tu silueta coincide con el perfil de la sombra de la chica de mis sueños
porque eres la protagonista del serial de mi destino
o andaban aun nuestros avatares acercandose de a poco
y tu ya eras la inquilina de la tumba de al lado de la mia
y quizá cuando yo ya iba perdiendo la esperanza de hayarte
aun a sabiendas y a pesar de los pesares de que eres la mujer de mi vida.

4 comentarios:

T. dijo...

A lo mejor está en el paso de cebra o en una de las cajas de la buhardilla esperándote.
Busca dentro de la última canción del mundo, dicen que allí la vieron cerrar los ojos.

Imposivle dijo...

O porque no en el reverso de un tapón de refresco.

María José Schamun dijo...

Interesante el tiempo (y más) que dedicamos a quienes ya están, o todavía están, ausentes; tal vez el significado de la ausencia sea superfluo, tal vez hayamos encontrado su remedio...

Unknown dijo...

esto es para mojarlo en un café con leche sin azucar, pero me lo he tomado de postre.

y esto de esto es como escribir a lápiz en un libro lo que se me vaya ocurriendo mientras lo leo.

aunque aquí lo pueda leer el autor.

aunque a veces me quedo calladita.