viernes, mayo 27, 2005

El mosquito de la paz.

El mosquito de la paz ya ha llegado portando una gotita de líquen en su pico, proclamando la advenición del verano con su zumbido kamikaze a través de la habitación. A partir de ahora mismo, cambiar jerseis por bermudas, darle al manubrio azul de la bañera, en vez, del rojo y aplicar gafas de Sol a la vida, en lugar, de las monótonas, grises y rutinarias gafas de nube.
El mosquito de la paz insiste en oradar el cielo de mi dormitorio silvando en vuelo raso sobre mi cabeza el toque de queda del invierno, el séptimo de caballería de la imminencia de la canícula, el cumpleaños feliz del solsticio pertinente, la novena sinfonía del devenir maravilloso de la naturaleza. Paradojas de la vida, el mosquito de la paz está cavando su propia tumba y es más que posible que no vea amanecer.

4 comentarios:

pequeño ofidio dijo...

bueno, el mosquito de la paz es un inconciente como tantos... ¡Ese bicho es de los míos!

T. dijo...

Es curioso, pero escribí acerca de ese mosquito el otro día. Que se atrevió a estrenar mi cuello este verano.

Imposivle dijo...

De pequeño, mis padres pensaban que tenia dotes artísticas hasta que me llevaron al medico y este les dijo que tenía esquifofrenia. Ahora ha remitido un poco y ya solo tengo alucinaciones con un mosquito, desde ahora, también un bicho muerto, pequeño ofidio.

Imposivle dijo...

Podriamos catalogarlo de Telepatía Literaria Insecticida (TLI), alicia