jueves, junio 01, 2006

Malo malito, pupa pupita.

Más forajido que forastero, odiando mi-nu-cio-sa-men-te los sonetos de amor. A hurtadillas del destino ¿acaso sería sodomía meterle a cupido, desde la serenidad y sin acritud, sus flechas por el culo? Vividor de una historia sobreseída, rey de los ácaros, entre bolcheviques y bosquimanos, rapido enfermera: 20 miligramos cúbicos de cortisona.
Si lo último por lo que lloré fue por una cebolla que moría a rodajas, la última vez que sonreí fue para una foto de carné, sin contar la sonrisa de cada mañana para comprovar empíricamente si los dientes han quedado blancos después del cepillado. La última vez que sentí mariposas en mi estomago resultó ser una gastroenteritis (y las mariposas transmutaron en alacranes). Porqué la última vez que me enamoré fue de un coche.
Algo como una pantalla de croma se propone como realidad
y entonces un cientifico loco consigue aislar el gen de la soledad.

¿Pero acaso se siente solo el asesino después de matar a su víctima? ¿O el universo si es uno solo e infinito? ¿tal vez, el último especimen de una especie en vias de extinción? ¿Y que hay del único acertante del bote de la lotería, también se siente solo?
Tengo una ala delta en la mirada y traigo el infierno debajo de mis talones. En medio de un mundo donde hay un solo yo y el resto son todos tu. Galileo Galiley se equivocaba también: el centro del universo no era el Sol, era yo. Pero, a pesar de eso, mi capacidad de amar es infinita y solo es contrarestada (anulada y supeditada) por mi capacidad de odiar. Malo malito:
Proxeneta de la puta soledad, pederasta de la noche cuando es joven, racista de la piel del mar, ladrón de corazones, sadomasoquista de un dolor de estomago, violador del agujero de la capa de ozono, asesino de las horas muertas, malversador de un minuto de gloria, extorsionador de la realidad, narcotraficante de miradas furtivas, prevaricador del amor eterno, necrófilo de un susto de muerte, pirómano de tu bajovientre, terrorista de ideas explosivas, yonki de los besos de tu boca.
Pupa pupita.

6 comentarios:

Ale dijo...

dime de lo que presumes...

Unknown dijo...

más bien sería sodomía flechal.

y todos estamos solos, pero muchas veces no sabemos sentirlo.

(te debía unas cuantas respuestas, pero seguimos sin estar en paz).

un beso.

Imposivle dijo...

más que presumir, son alardes de mi facilidad para el odio no sin raciocinio.
y tb me parece de ojo de buen cubero aceptar tu consejo sobre vejaciones a querubines, zhenda.

Grace en el País de Las Maravillas dijo...

Bienaventurados los que odian porque ellos significa que tienen capacidad para amar
Bienventurados los ególatras y exhibicionistas, porque sin ellos no existirían los blogs
Bienaventurados los que asumen su faceta de víctima y de verdugo como un Todo porque comprenden la paradójica naturaleza humana y no reniegan de ella pese a su atrocidad (y grandeza)
Bienaventurados los que ríen y lloran y los que no son capaces de hacerlo
Bienaventurados los que hasta cuando mienten dicen la verdad
Bienaventurados tú, yo y todos los demás

Imposivle dijo...

bienaventurado el dolor, la ira y el odio porque al cabo del rato se van.
pero maldita la tristeza...

Unknown dijo...

pues anda que la angustia...