jueves, abril 05, 2007

Contra los excesos del civismo:

Una cosa es recoger las cacas de tu perro y otra muy diferente llevartelas a casa y presentarlas como segundo plato. Tampoco es necesario ir buscando por las aceras y recoger la de todos los perros del vecindario, catalogarlas por peso y tamaño, ponerles nombre a cada una. Recuerda, darle besos a las defecaciones de tu perro, acurrucarlas y prometerles que te separarás de tu pareja y os escapareis a vivir juntos en una isla lejana no te hace un ciudadano más cívico.

1 comentario:

Mondo Gitane dijo...

Una alternativa sería "pasear" o directamente gasear a todos los fuckin' perros, especialmente los de mi barrio. Que ya está bien de tanta mascotita, joder