miércoles, mayo 11, 2005

La suma de vacíos es como la suma de infinitos, siempre da lo mismo.

Porqué tengo una pizca de nada, un mucho de poco, un tonel de vacío, unas migas de ausencia, una arroba de antimateria, añoranza a granel, esperanza perdida en milimetros cúbicos, un plis plas de soledad hecho añicos, la cautela de un grano de oxigeno en masa, la templaza de unas manos vacías de todo, un cartel de no quedan entradas al cielo, un bolero repleto de todo mentiras, un corazón embasado al vacío, precintado herméticamente. La acuidad de una agenda repleta de hojas en blanco, un glosario de silencios no dichos, las pesquisas de las noches de insomnio vs las amnesias del olvido de las noches de fiesta. Un montante por cero pesetas, un auspicio nihilista al por menor, un currículum minimalista, un precipicio sin fondo, un talon sin fondo ni forma, una suma de errores multiplicada por cero, un zapato sin horna, una ley del silencio proscrita, una carta sin sellos, un final sin historia, el hueco de un dedal, un hogar debajo del puente del pie, un tiempo de Planch para perder el tiempo, una milesima de la millonésima parte de un segundo de asueto para hacer -no hacer- nada en esta vida de átomo sabática.

¿Quien soy?

2 comentarios:

T. dijo...

Siempre da lo mismo sumar o restar o cualquier otra operación matemática que se nos ocurra (excepto los logaritmos y el número pi). Que al final siempre tengo que reiniciar y empezar de cero. Qué rollo.

Imposivle dijo...

si la relación entre la circumferencia y el diametro se designa por el número incommensurable Pi (3,1416...), la nuestra lo hace por el numero imponderable Mu (o,ooooo...)